Y eso está comprobado científicamente; cuando tienes sexo más de una vez con la misma persona, se liberan sustancias de ambas partes, y el vínculo crecerá, el deseo de volver a sentirse, las ganas de estar con esa persona, los sexólogos nos hablan de esto con mucha frecuencia, a lo que coloquialmente le llamábamos el amarre, tiene una explicación científica documentada basada en estudios neurológicos y bioquímicos.
La liberación de hormonas que hacen que se produzca un coctel bioquímico, y los expertos comparan todas estas emociones como las que experimenta una persona que es dependiente alguna sustancia que psicoactiva, incluso similar a la cocaína y la heroína; y también se experimentan todas las etapas, euforia, dependencia, y en la lejanía hasta la abstinencia.
Fuerte, sí.
Queda claro que la decisión ligera de “tener sexo” sin compromiso es un juego peligroso, y no, por no poder cumplir con “el compromiso” va más allá de nuestra razón, son procesos biológicos los que estarían a cargo de nuestras decisiones, y eso compromete nuestro razonamiento lógico.
Sabiendo todo esto ya, los expertos recomiendan no tomar decisiones trascendentes en los primeros años de un vínculo, tomar su tiempo para que todas estas emociones lleguen a un nivel donde se retome la razón, y se puedan tomar decisiones contemplando las consecuencias con un panorama más amplio y mucho más claro.
El buen sexo es adictivo, y eso que llamamos “buen sexo” va más allá de posiciones, de formas, de saber hacer, es biológico, es química, es ciencia, y hay que aclarar que no entra dentro de los patrones sociales, puedes sentir eso por una persona con la cual tus relaciones interpersonales no son las más agradables, y sentir un profundo cariño por alguien con quien jamás sentirás esa química sexual, la ciencia no se equivoca y muchas veces nosotros si, queriendo enmarcar la vida en un patrón social que no existe.
Este conocimiento hay que hacerlo público, para así reconocer cuando estamos dopados por alguien y no enamorados, y como volver a restituir la razón cuando esta se pierda; disfrutemos de un sexo sano, y si esto pasa y lo reconocemos saber de qué se trata, y recobrar la razón.
ARIGOMAR C.
estupendo